
- Especiales de Navidad: ¡Dejen de pintar los manteles por favor! Hay ciertas personas que no pueden ver un trozo de tela en blanco sin que corran a estamparle una esfera “rojo chillón” emulando a un fofo Papá Noel.
- Especiales para niños: “Abejita” con caras deformes, “elefantitos” ridículos, “ositos” burlones forman parte del conjunto de monigotes burdamente realizados por abuelas que piensas que esos objetos pueden llegar a gustarle a su nieto.
- Souvenirs: Son feos y ni siquiera entran en la categoría de “adornito”, por lo tanto terminan en una vieja caja que oficia de cementerio de porquerías malolientes.
- Tortas de cumpleaños: Está comprobado: Mickey no sale nunca igual al original. Después de estampar en el bizcochuelo una suerte de Frankestein animal no dan ganas de probarlo.
- San Valentín: Otra vez los diminutivos. “Gusanitos” enamorados, “vaquitas” cariñosas, “escarabajitos” afectuosos. Cualquier bicho que exista sobre la faz de esta tierra corre el riesgo de ser representado en un estado de enamoramiento cercano a la vulgaridad.
Solo resta decir: No más pistolas encoladoras símbolo de la haraganería. Basta de flores secas, pañolenci o goma eva. Las detesto.