sábado, 26 de septiembre de 2009

INSTRUCCIONES PARA PARECER UN SOMMELIER


El término francés sommelier es el indicado para designar a una persona conocedora de vinos. Su trabajo consiste en mostrarle a la gente qué vino es el apropiado para cada ocasión. A veces suelen convertirse en críticos, escritores y educadores en la materia. En fin, el trabajo soñado. Alcanzar ese objetivo no es difícil. Desde este espacio le sugerimos una serie de “tips” que lo llevaran a imitar a la perfección a un verdadero sommelier.











- “Tempranas hojas de almendro, que al soplo del aire tiemblan”. No se confunda, no es la contra etiqueta de un vino sino un poema de Bécquer.
- Las recomendaciones deben concretarse con frases sin sentido. Ejemplo: vino generoso e impulsivo que se expresa de manera compleja sin olvidar la armonía de su cuerpo.
- Hay vinos blancos y vinos tintos. Los primeros siempre son frescos, aromáticos o sutiles. Los segundos son intensos, maduros y amables. Estos adjetivos no fallan.
- El aroma es fundamental para describir un vino. Sin embargo tenga cuidado al explicarlo. Si se dice que el producto es “animal” eso implica un bouquet de cuero, musgo y caza. ¿Quién quiere tomar un vino con gusto a vaca empantanada?
- Para parecer un típico sommelier es muy importante cuidar el aspecto. La voz de locutor impostado, el pelo con exceso de gomina, traje impecable, mirada de investigador y la copa siempre a la altura de la nariz.
- Discutir con un colega sobre si las notas de tal vino son de alcanfor o pino, es signo de sabiduría.
- En fin, todo se resume en una comunicación repleta de habladurías, obviedades y snobismo

sábado, 12 de septiembre de 2009

INSTRUCCIONES PARA ENTENDER EL PRONOSTICO DEL TIEMPO

La meteorología trata de definir el clima y predecir el tiempo. Nada fácil. Imagino una cofradía de observadores meteorológicos reunidos alrededor de la “virgencita del clima” esperando que la coloración se vuelva violeta para poder certificar que la humedad será total. Desacreditados por la opinión pública, los meteorólogos resisten. A rigor de verdad la ciencia no es demasiado exacta, por eso desde El Umbral estamos dispuestos a brindar una serie de consejos para que los augurios no lo sorprendan.












- Si escucha “ocasional caída de granizo” primero tiemble y segundo corra a guardar el auto en la cochera.
- “Una masa de aire fresco y húmedo se posiciona sobre el centro del país”. No sabemos bien que significa pero al menos es poético.
- “Previsión de poca nubosidad y sin cambios en las temperaturas”. Léase: salga de su casa con paraguas, botas de goma, impermeable, medias de lana y traje de baño en la cartera, por las dudas.
- La tormenta de Santa Rosa es una leyenda. No por los poderes místicos atribuidos a la festividad, sino porque nunca llega en la fecha pronosticada.
- Niebla no es lo mismo que neblina. Parece una nimiedad pero instrúyase: si la visión es de 1km o menos, es niebla. Si permite ver a más de 1km es neblina.

El objetivo de la meteorología es predecir el tiempo dentro de las 24 o 48 horas. Si esto no le alcanza, siempre se puede recurrir a “pronósticos caseros” que en ocasiones tienen los mismos resultados y son fáciles de recordar. Por ejemplo “viento del este, lluvia como peste” o “cuando el viento ruge, la tormenta cruje”.
(Aclaración: estos concejos también pueden fallar)