El Día de la Madre está cerca. Acecha desde los escaparates desbordados de baratijas. Las publicidades ofertan todo tipo de productos que compiten por ser “El” regalo adecuado. Niños guiados por maestras realizan deformes collares con fideos y porta lapiceras con brillantina. Hay que elegir un presente y no es sencillo. Las variables a tener en cuenta son muchas y podemos caer en la tentación de correr tras un objeto imperfecto. Preste atención si no quiere cometer errores, después de todo ¡Madre hay una sola!
- Macho!!, dijo la partera -
- Aléjese de las herramientas de cocina. No es necesario castigar a nuestras madres con ollas último modelo.
- Flores o bombones son obsequios predecibles y efímeros. Antes de optar por estas opciones no regale nada. Es mejor pasar por tacaño antes que aburrir con obviedades.
- Aritos, pulseritas, anillitos o cualquier diminutivo semejante son evitables. Lo peor: los dijes con figuritas que simbolizan la cantidad de hijos.
- Una tarjeta vía correo electrónico roza la blasfemia. Si yo fuera madre y recibiera ese regalo definitivamente lo desheredaría.
- ¡Cremas anti arrugas! Por favor, no es necesario recordar la edad de su progenitora en una fecha que supone agasajo.
- Los libros son una buena opción. Eso sí, evite los de autoayuda, cocina o manualidades. No deprima a su madre en su día con montones de palabras de mal gusto.
- Y por último, no llame a ningún programa de radio para dedicarle un tema. Esa acción es simplemente repugnante.
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